sábado, 16 de agosto de 2008

Ética para Amador: de Fernando Savater

Órdenes, Costumbres y Caprichos.

Desde el momento en que empecé a leer el libro no pude desprenderlo de mis manos, lo sostuve con una concentración absoluta por que a pesar de su filosofía para explicarte la razón de nuestras actitudes en la vida periodística, el leguaje en tan sencillo que todos tenemos la capacidad para analizar que nos quiere decir cuando habla de la conducta humana.

Nos habla de los motivos, seguido nos explica con ejemplos que este tiene la influencia de los mandatos y órdenes por las influencias de otras personas con un estatus mayor.Las costumbres lo puedo analizar de una manera más cultural pues generalmente nos comportamos diariamente como con las mismas actitudes, con los hábitos establecidos en la misma sociedad, lo que siempre ocasiona con el capricho es decir la ausencia de motivo lo que te apetece de la nada.

Estos tres factores de comportamientos puedo decir que son la explicación más concreta acerca de la conducta, siempre inclinándose en hacer y preferir el miedo y la comodidad exactamente de un capricho.
En el periodismo no podemos actuar con impulsos, aunque no estemos de acuerdo con un hecho que perjudica tanto al medio como a la sociedad, podemos ser flexibles ante las injusticias sin desequilibrar nuestra moral, a esta realidad el periodismo intenta oponer una estrategia como la "Catalogación deontológico" Todas las profesiones se rigen de normativas o códigos éticos que pueden regular la actividad del periodista tanto en la obtención de informaciones como en la elaboración de su trabajo.

Por lo tanto el capitulo II nos hace reflexionar y saber hasta que punto podemos obedecer nuestros caprichos y en esta profesión estricta en el ambiente periodístico a vivir en solidaridad y igualdad con la sociedad involucrando en primer lugar a colegas apreciando sus opiniones según la verdad para un informe en especifico y hacer que otros puedan apreciar no solo lo superficial también la flexibilidad que tienen para la población.

Valeria Ocampo

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